Sunday, May 17, 2009

"Esto es agua" (3)

viene del post anterior...

Y nos va a parecer que los demás, como cualquier otra persona, están "en mi camino", ¿y quien diablos son todas estas personas que se cruzan en mi camino? Y miren que repulsivas son la mayoría de ellas, que estupidas, torpes e inhumanas e insensibles que se ven todas ellas en la fila para pagar; o que enojados y rudos me parecen esas personas hablando en sus teléfonos celulares en medio de todas estas filas. Y miren que profundamente injusto es todo esto: he trabajado duro durante todo el día y estoy hambriento y cansado y ni siquiera puedo llegar a casa a cenar y descansar por culpa de toda esta gente. O por supuesto, si me encuentro en una forma mas socialmente consciente del tipo "artes liberales", siempre dentro de mi determinación innata; me podría pasar el tiempo durante el trafico del fin de día, molesto y amargado por todo ese inmenso y estupido carril de carretera abarrotado de SUVs y Hummers y pick-ups V12 quemando y malgastando egoístamente su combustible desde esos tanques de cuarenta galones; o puedo fijarme en el hecho de que esos "stickers" patrióticos o religiosos de los parachoques, siempre resultan encontrarse en los mas grandes y distinguidamente egoistas vehículos, conducidos por los mas horribles, desconsiderados y agresivos conductores que usualmente los encontramos hablando desde sus celulares al tiempo que van cerrando a los demás vehículos con tal de ganar sus veinte estupidos metros, hacia adelante en la congestión vehicular... y puedo pensar en como los hijos de nuestros hijos nos van a despreciar por malgastar todo ese combustible del futuro y probablemente arruinar el clima; y de qué engreídos, estupidos, egoístas y desagradables fuimos todos; y de como todo esto los jodio; y de esto y lo otro...

Fijense, si yo elijo pensar de esta manera, bien, muchos de nosotros así lo hacen -salvo que elegir pensar de esta manera tiende a ser una forma tan simple y automática, que no implica ser el resultado de una elección. Pensar de esta manera es aplicar nuestra determinación innata. Es esta forma automática e inconsciente por la que experimento todo el aburrimiento, frustración y otros aspectos de la vida saturante adulta; solo cuando opero en esa creencia automática e inconsciente de que soy el centro del universo, mis sentimientos y necesidades inmediatas, son las que determinaran mis prioridades frente al mundo. El asunto es que existen obviamente diferentes caminos de como pensar estos tipos de situaciones. En todo este trafico, todos estos vehículos atascados y paralizados en mi camino: no es imposible que alguna de estas personas montadas en sus SUV's hayan estado involucradas en algún horrible accidente automovilístico en el pasado y en la actualidad encuentran en el manejar, una experiencia tan traumática que su terapeuta les haya recomendado conducir una inmensa y pesada SUV y así se puedan sentir lo suficientemente seguras en el volante; o que el Hummer que me acaba de cerrar el paso en la carretera, tal vez este siendo conducido por un padre de familia cuyo pequeño hijo este mal herido o enfermo en el asiento de al lado, y lo esta llevando raudamente al hospital y por lo tanto tiene una razón mas grande y legitima que yo, para conducir de esa manera; y soy yo en realidad, quien se esta cruzando por su camino. O me puedo ver forzado a elegir en consideración, la probabilidad de que todas las personas que conforman esas filas para pagar en el supermercado se encuentran, al igual que yo, tan frustradas y aburridas, y de que algunas de estas gentes de hecho tienen una vida mas dura, tediosa y dolorosa que la mía, en general. Y así sucesivamente.

Nuevamente, por favor no vayan a pensar que yo les estoy dando aquí un consejo moral; o que yo les estoy hablando de como ustedes "deberían de" pensar; o de que todos esperan de ustedes, que hagan esto de manera automática, porque a decir verdad, todo esto es duro y requiere de mucha voluntad y esfuerzo mental, y si ustedes son como yo, algunos días no estarán en condiciones de hacerlo, o sencillamente no desearan hacerlo. Pero la mayoría de los días, si ustedes están lo suficientemente conscientes para darse la oportunidad de hacer una elección, podrán elegir mirar diferente a esa mujer gorda, insensible y sobredimensionada que le acaba de pegar un grito a su niño en la línea para pagar... que tal vez ella no es así en realidad; que tal vez ella se viene pasando tres noches seguidas sin dormir, tomada de la mano de su marido que esta agonizando de cáncer a los huesos, o tal vez que esa misma mujer es la empleada de mas bajo salario del Departamento de Transporte Publico, que justo ayer fue quien ayudo a tu esposo a resolver uno de esos problemas de tipo "pesadilla", a través de un cierto e insignificante acto de benevolencia burocrática. Por supuesto que nada de esto parece ser probable, pero tampoco resulta imposible: todo depende de lo que queramos considerar. Si ustedes están automáticamente seguros de lo que entienden por realidad, y quien y que es lo que realmente importa -si desean operar en el modo de su determinación innata- entonces ustedes, al igual que yo, probablemente consideraremos esas posibilidades absurdas e irritantes. Pero si por el contrario, ustedes han aprendido como pensar y como prestar atención, entonces sabrán que existen otras opciones. Estará actualmente bajo el poder de ustedes el experimentar esas situaciones infernalmente abarrotadas, calientes y lentas, como no solamente significativas, sino además sagradas, con el fuego mismo que ilumina las estrellas: compasión y amor, la unidad que subyace a todas las cosas. No es que las cosas místicas sean las necesariamente validas: la única cosa que es Verdad con V mayúscula, es que ustedes tendrán que decidir cómo es que intentaran ver estas cosas. Esta - y yo lo suscribo- es la libertad que subyace a toda real educación, la de aprender cuando ser "bien adaptados": ustedes tiene que aprender de manera consciente que es lo que tiene significado y que es lo que no lo tiene.

Porque aquí encontramos otra verdad más. En la trincheras de la vida diaria adulta no existe eso que llamamos ateismo. No existe tal cosa como no alabar algo. Todos tenemos que alabar. La única elección que tenemos esta en a que alabar. Y una razón extraordinaria para elegir algún tipo de Dios o entidad espiritual –llamémoslo J. C, Allah, Yahvé o la Diosa Madre WICCAN, o las Cuatro Nobles Verdades, o un intangible set de principios éticos- es que cualquiera de estas entidades de alabanza, tarde o temprano, terminaran comiéndolos vivos. Así, si ustedes deciden venerar el dinero y las cosas materiales –dándoles el más importante significado en sus vidas-, entonces sentirán que nunca tienen lo suficiente. Es la vida. Veneren a su propio cuerpo y su belleza y su encanto sexual; y siempre se sentirán feos y cuando el tiempo y la edad se empiecen a mostrar, se habran muerto un millón de veces antes que ellos decidan olvidarte. A cierto nivel nosotros sabemos sobre estas cosas porque han sido codificadas en nuestras mentes en forma de “mitos”, “proverbios”, “clichés”, “formulas caducas”, “epítetos”, “parábolas”: el esqueleto de toda gran historia. Pero el truco esta en como mantenemos toda esta verdad en la superficie de nuestra conciencia diaria. Venera el poder y te sentirás débil y con miedo y necesitaras aun mas poder sobre los demás para poder mantener la bahía llena de miedo. Alaba tu intelecto para que los demás “te vean” muy astuto y terminaras sintiéndote un ser fraudulento y estupido y siempre al borde de ser descubiertos. Y así sucesivamente.

Fíjense, lo mas insidioso de estas formas de alabanza no es que sean diabólicas o pecaminosas; sino que son inconscientes. Son disposiciones innatas. Son ese tipo de alabanza ante las cuales terminamos durmiéndonos y cayendo día tras día; volviéndonos más y más selectivos sobre que es lo que vemos y de que manera medimos el valor sin estar siquiera totalmente conscientes de que es lo que realmente estamos haciendo. Y el mundo no nos va a disuadir de operar con estas disposiciones innatas, porque el mundo de los hombres, el dinero y el poder no termina de susurrarnos quieta y alegremente en esa combustión de miedo, de vilipendio, de frustración y de deseo vehemente, que es la alabanza del yo. Nuestra cultura actual sujeta estas fuerzas en formas tales que ha generado extraordinarias riquezas, confort y libertades individuales. La libertad de ser los amos y señores de nuestros diminutos reinos del tamaño de nuestros cráneos, solos y en el centro de toda la creación. Este tipo de libertad se siente como muy recomendable. Pero por supuesto que hay diferentes tipos de libertad y el tipo más preciado es aquel del cual ustedes no van a escuchar hablar afuera en ese inmenso mundo de triunfos, logros, despliegues y exhibiciones. El verdadero tipo de libertad envuelve prestar atención, tomar conciencia, ser disciplinados, ser esforzados, y ser realmente capaces de preocuparse por las otras personas y sacrificarse por ellas, una y otra vez, y en una infinidad de insignificantes y displacenteras formas, todos los días. Esa es la verdadera libertad. La otra alternativa es la inconsciente, son las disposiciones innatas, la “carrera de ratas”; esa sensación constante y corrosiva de haber tenido y haber perdido algo hasta el infinito.

Se que todo este asunto no les sonara agradable, con gracia o con un gran contenido inspirador. Lo que es -hasta donde yo puedo ver-, la verdad con una gran cantidad de porquerías retóricas dejadas de lado. Obviamente ustedes pueden pensar todo este tema como mejor les venga en gana. Pero por favor no lo descarten como si fuera uno de esos sermones que la “Dra. Laura” meneando los dedos, nos da... Nada de lo que les he hablado tiene que ver con moralidad, o religión, o dogmas, o esas maravillosas y grandes preguntas sobre la vida después de la muerte. La Verdad con V mayúscula tiene que ver con la vida antes de la muerte. Se trata de que lleguen a los 30 o tal vez a los 50 años sin desear volarse la cabeza de un tiro. Todo se trata de una simple toma de conciencia; de ser conscientes de lo que es real y esencial, y que se encuentra tan oculto a simple vista y a nuestro alrededor, al punto de tener que auto-recordarnos una y otra vez:

"Esto es agua".

"Esto es agua".

No se imaginan lo duro que es llevar a cabo todo esto: el estar vivos y además conscientes en el mundo adulto del día a día. Lo que se traduce en un nuevo cliché: “la educación es un trabajo de toda la vida”. Y empieza en este momento.

Les deseo mucho más que la mejor de las suertes.



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